Al orar, podemos pedirle al Espíritu Santo que nos libere de cualquier pensamiento negativo, miedo o inquietud que pueda perturbar nuestro sueño. Su presencia nos da la seguridad de que estamos en manos amorosas y protectoras.Este despertar espiritual es imprescindible para sostener nuestro camino de Certidumbre y garantizar que nuestras acciones